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Aires jazzeros en los palacios mayas



El sonido de trompetas al frente de séquitos reales mayas anunciaba su inminente partida a tierras lejanas o su arribo a una ciudad o palacio. Acompañadas de tambores y maracas, las trompetas animaron las danzas frenéticas ante miembros de las élites, exaltaron el ánimo en los rituales de victoria militar y en los sacrificios, y se unieron a la euforia y anticipación en el campo de pelota. Tal fue la omnipresencia de las trompetas durante la época maya clásica (250 a 900 d.C.)

Figura 1. El juego de pelota se anuncia con trompetas de caracol y de tubos de madera (Catálogo Kerr K5937, ver también K3814) [1].


El uso de trompetas era común para señalar el comienzo y final de eventos multitudinarios y coordinar las actividades en su medio. Para tal fin su sonido no requeriría musicalidad compleja. Después de todo, el propósito de las trompetas en esos casos era transmitir información a todos los rincones.

Sin embargo, también hay representaciones en vasijas de cerámica policromas donde las trompetas más bien proveen el ambiente sonoro dentro de cámaras palaciegas, usualmente frente al trono de algún señor. Estas ilustraciones muestran eventos íntimos en los que se halaga a un señor con viandas, bebidas, flores y música, dentro de los estrechos confines de una habitación entronizada (ver la Figura 2 a continuación y también K6984 del Catálogo de Vasijas Maya [1]). Tales escenas son intrigantes porque, si bien las trompetas han sido utilizadas desde la antigüedad por varias culturas alrededor del mundo como herramientas de comunicación militar (por ejemplo, el salpinx griego, el lur de la edad de bronce nórdica o las famosas trompetas metálicas extraídas del entierro del faraón Tutankamón), su utilización por su musicalidad en el mundo occidental es bastante reciente, comenzando con las trompetas naturales del período barroco. Por lo tanto, la evidencia del uso de trompetas en el mundo maya clásico con el propósito de realzar musicalmente el ambiente sería bastante única. Como es de esperarse, los requerimientos sonoros de una trompeta empleada dentro del espacio reducido de un palacio son muy particulares: en lugar de pura sonoridad, lo deseable es la producción de tonos suaves y coloridos, similar a lo que se obtiene, por ejemplo, de flautas y ocarinas. Pero, ¿poseían los mayas clásicos este tipo de trompeta? Antes de abordar esta pregunta, veamos lo que nos dejaron ellos con respecto a instrumentos de viento con boquilla.

Figura 2. Un señor recibe visitantes mientras sus asistentes observan y músicos tocan trompetas largas y de caracol (Kerr K1453) [1].


Tipos de trompetas mayas, según su uso y construcción

Cuando aparecen en el contexto de desfiles y ceremonias de victoria en los que participan muchas personas, las trompetas suelen ser cónicas y enormes. Con base en los murales de Bonampak y numerosas representaciones en vasijas de cerámica, se ha sugerido que se utilizó el tronco ahuecado del agave u otras plantas del género yucca para su fabricación. Estas enormes trompetas cónicas de boquilla grande habrían producido una sola o muy pocas notas graves, similar al didgeridoo de los aborígenes australianos.


De similar naturaleza, encontramos también trompetas largas y segmentadas, de cuerpo cilíndrico, a las que se le añadió una amplia sección cónica hecha de calabaza, corteza de árbol o armazón de madera, a veces envuelta en piel de animal. Algunos ejemplos son los que se muestran en vasijas encontradas en las montañas de Chamá en el centro de Guatemala, que representan típicamente un cortejo viajero. La sección cilíndrica de estas trompetas se fabricó de una manera muy común en culturas alrededor del mundo: rajando longitudinalmente ramas leñosas que tienen centro blando, como palmas, sauco y bambú, seguido de la extracción y pulido del centro. Las dos mitades son unidas nuevamente con un material sellador, como el látex de hule. Finalmente, para reforzar la unión de las dos mitades, el tubo se envuelve apretadamente con cintas de plantas, como las obtenidas de enredaderas, hojas de palmera y juncos de lago. Los indígenas del Amazonas siguen utilizando este método para fabricar cerbatanas [2], y también se usó en la época medieval en Europa para fabricar las trompetas nórdica de madera o lur [3]. Hay vasijas del maya clásico que también muestran este tipo de construcción para las cerbatanas.



Figura 3. (a) Envolviendo una caña partida longitudinalmente con listones de enredadera para fabricar una cerbatana en el Amazonas (b) Recreación de un tubo para trompeta, rajando una rama longitudinalmente, removiendo el centro, y finalmente pegando y reforzando con listones vegetales.

Figura 4. Cortejo que incluye cuatro hombres portando trompetas de tubo, liderados por un intérprete de caracol-trompeta (Kerr K6317) [1]. Las trompetas incorporan boquillas grandes ahuecadas y cuerpos cilíndricos fuertemente unidos que terminan en calabazas abiertas.


Acústica de las trompetas

Cualquier tubo cilíndrico puede funcionar como un instrumento básico de viento con boquilla. Las ondas sonoras generadas en un extremo por los labios en vibración viajan a lo largo del tubo y se reflejan parcialmente en el extremo abierto opuesto, superponiéndose con las ondas que viajan en la dirección contraria. Cuando la longitud de la columna de aire en el tubo es igual a un múltiplo impar de ¼ de la longitud de onda del sonido (para un tubo cerrado donde va la boca y abierto en el otro extremo), las dos ondas que viajan en direcciones opuestas forman una onda estacionaria, con un mínimo de amplitud de desplazamiento en el extremo de la boca y un máximo de desplazamiento en el extremo abierto. Es decir, la columna puede vibrar naturalmente en cualquiera de una serie de modos de vibración con longitud de onda λ (n) = n · (L / 4) donde L es la longitud del tubo y n = 1, 3, 5, ... etc. El modo con longitud de onda L/4 es el modo fundamental. Los otros modos son armónicos impares del fundamental. Lo especial de las trompetas es que cualquiera de esos armónicos puede excitarse individualmente con la vibración correspondiente de labios usando la boquilla apropiada. Es decir, un simple tubo contiene ya una serie de tonos inherentes que constituyen una escala básica dictada por la física. Aun así, la boquilla apropiada facilita la producción de las diversas notas.


La adición de una boquilla con pequeña cavidad o copa (es un resonador por sí misma) y una terminación acampanada en el otro extremo del cuerpo tubular modifican el contenido de frecuencias de una trompeta. Por ejemplo, en las trompetas modernas, dan lugar a un espectro de armónicos pares e impares. Como es bien sabido por los trompetistas, al excitar un armónico particular con la vibración de los labios, la trompeta puede generar cualquiera de los tonos correspondientes a múltiplos de la fundamental. Para una trompeta natural (sin válvulas), se pueden producir hasta una docena de tonos.


Además, aunque las primeras notas naturales de la trompeta nos parecen muy espaciadas entre sí, se agrupan a medida que se excitan los armónicos superiores, adquiriendo una apariencia de escala musical. De hecho, en los instrumentos modernos, esas son las notas que normalmente escuchamos en los toques de corneta militar. Lo importante es que a medida que se tocan los armónicos más altos, se hacen disponibles más notas musicales, lo que hace posible tocar piezas más complejas.


Ahora bien, para producir las notas más altas y así poder tocar melodías más variadas, una boquilla adecuada es fundamental. Como saben los trompetistas, la forma de la boquilla (diámetro, grosor del borde, forma y profundidad de la copa, diámetro y longitud de la garganta) tiene una influencia crucial en la facilidad con la que las notas de la serie armónica se producen en estas trompetas "naturales". Por lo tanto, podemos ver que para investigar la complejidad de la música interpretada por los antiguos mayas en sus trompetas es necesario identificar y estudiar la forma de sus boquillas.


Boquillas de las trompetas mayas

Las representaciones pictóricas y escultóricas de trompetas mayas muestran que el instrumento a menudo tenía una boquilla separada, típicamente en forma de copa, insertada en el cuerpo tubular (cilíndrico o cónico).

Figura 5. Detalle de vasija estilo Chamá mostrando una trompetas con calabaza cónica, cuerpo cilíndrico y boquilla en forma de copa (Kerr K594) [1].


También hay en otras partes de Mesoamérica (por ejemplo, Teotihuacán) trompetas de arcilla con boquillas que tienen un perfil interno cónico, con garganta estrecha y borde redondeado. El Museo de Antropología de la Ciudad de México también tiene una trompeta de cerámica de una sola pieza que da más evidencia del empleo de boquillas cónicas con un orificio de garganta muy estrecho.

Figura 6. Trompeta teotihuacana de cerámica hecha de una sola pieza. El detalle muestra la forma cónica de la boquilla (detalle y dimensiones aproximadas cortesía del Sr. Ken Moore, Curador Emérito, Museo Metropolitano de Arte, Nueva York).

Figura 7. Dos vistas de una trompeta de arcilla corta de la isla Jaina, Campeche, México. La boquilla tiene una forma cónica ancha pero un orificio o garganta angosto (Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México. Fotos: E. Figueroa)


En vista de las abundantes representaciones pictóricas de trompetas en el arte maya, es muy sorprendente que no haya reportes conocidos por el autor de boquillas individuales encontradas en sitios mayas clásicos. Esto puede deberse al uso de madera, hueso u otro material perecedero en su construcción, aunque también es probable que se deba a una identificación equivocada con otros artefactos, como orejeras.


La arcilla es un material fácilmente disponible, y ya hemos encontrado este material en boquillas de trompetas mesoamericanas fabricadas de una sola pieza. Por lo tanto anticipamos que con un examen más detenido se identificarán en el futuro ejemplos de boquillas parecidas individuales en el área maya. Como referencia útil, mencionamos la recuperación de lo que se cree es una boquilla de trompeta en Río Viejo, un sitio del Posclásico Temprano en la costa de Oaxaca, donde se han encontrado varios tipos de instrumentos musicales [4]. Esta parece ser una boquilla insertable de ~ 8.8 cm de longitud y un diámetro en el borde de ~ 2.5 cm. La cavidad de la boquilla es aproximadamente cónica, con un orificio central de ~ 0,5 cm de diámetro. Curiosamente, también presenta una ligera marca alrededor del cilindro a unos 2.5 cm del borde, lo que podría indicar la profundidad a la que se insertó la boquilla en el cuerpo cilíndrico de la trompeta. El grosor del borde de la copa es de unos 2.5 mm, lo que hubiera permitido un buen sellado con los labios del músico. De hecho, las dimensiones generales y la geometría de la cavidad y el orificio son notablemente similares a las boquillas de trompeta modernas. Este artefacto es una excelente referencia para cuando se busque artículos similares del área maya, ya sea en colecciones actuales o aún por descubrir.


Figura 8. Pieza de cerámica del sitio posclásico de Río Viejo, Costa de Oaxaca, que se cree es una boquilla de trompeta. (Foto cortesía de la Dra. Stacie King, Departamento de Antropología, Universidad de Indiana, Bloomington, IN.)


Terminación acampanada de trompetas mayas

Desde las trompetas de la edad de bronce en Europa hasta las trompetas de terracota de la cultura Moche en América del Sur, se ha reconocido desde hace miles de años el poder de enfoque del sonido por el extremo acampanado de una trompeta. Como se señaló antes, los mayas unieron secciones cónicas hechas de corteza o piel de animal o bien campanas hechas de calabazas a tubos cilíndricos de madera. También parecen haber aprovechado la forma acampanada natural de las Agavaceae. A menudo vemos en vasijas trompetistas tocando en parejas e incluso en tríos (ver K6984 y K6294 en la base de datos de Kerr [1]). Los instrumentos consisten típicamente de un tubo cilíndrico con una boquilla insertable y una sección cónica separadas, que se han fijado al tubo envolviéndolo con cintas vegetales. También hay representaciones pictóricas de trompetas largas de una pieza con un tubo cónico, probablemente hechas de madera blanda hueca.


Aires jazzeros en los palacios mayas

VOLVIENDO A NUESTRA BÚSQUEDA de la musicalidad de las trompetas mayas, donde el instrumento se habría utilizado por su cualidad apaciguada y dulce, señalamos una conocida vasija del maya clásico donde se muestran dos músicos tocando trompetas que terminan en una calabaza globular. Esta vasija (catalogada como número K1210, catálogo J. Kerr [1]), muestra una escena con dos trompetistas dentro de un palacio, Figura 2. Se cree que es originaria del norte de El Petén, Guatemala, de donde habría sido saqueada hace varias décadas, pasando a formar parte de la colección privada del Sr. Edwin Pearlman, oftalmólogo en Estados Unidos. Posteriormente, este la donó al Museo de Israel, donde actualmente se conserva en la sección de Artes Étnicas [5].


En la escena de esta vasija, un personaje con tocado estrambótico ofrece viandas a un señor sentado que, adornado con plumas de quetzal y un elegante tocado de pájaro, parece ansioso por probar la comida. Flotando en la banda superior de la ilustración hay flores de cuatro pétalos, que se suman a las imágenes sensoriales. Y detrás del hombre de la ofrenda, dos trompetistas preparan sus labios para tocar sus instrumentos.

Figura 9. Músicos que tocan trompetas terminadas en calabazas globulares, K1210. [1]


Las dos trompetas son esencialmente del mismo tipo, consistentes de un tubo de madera rajada longitudinalmente envuelto firmemente con cintas de plantas, y de boquilla de pequeño diámetro, insertada completamente en el tubo. La ilustración muestra inequívocamente un orificio muy pequeño para la boquilla. En el extremo de salida, el tubo termina en una calabaza redonda con cuello largo y retorcido. Como en otras escenas, el extremo de la trompeta está adornada con plumas, y de una de ellas emana una voluta que representa el sonido. De manera bastante significativa, a diferencia de las boquillas grandes de las trompetas de Bonampak, estos instrumentos tienen una boquilla de área pequeña, y los propios trompetistas se acercan a ella con los labios semi-cerrados, como lo harían en una trompeta moderna. Que los músicos representados en pareja realmente tocaran juntos, de manera coordinada, es tema de discusión entre los expertos, pero la mera posibilidad es intrigante [6].


Como bien saben los trompetistas, una pequeña boquilla, como la que representa el artista maya de K1210, facilita la producción de notas altas. Esto se debe a que una reducción en el ancho de la sección de labios atrapados por la boquilla da como resultado una mayor rigidez de la apertura formada y, en consecuencia, una mayor frecuencia de vibración. Mientras que un músico experto puede producir notas bajas y altas con una boquilla ancha, un borde de boquilla más angosto hace que sea más fácil alcanzar los armónicos más altos. Como se explicó anteriormente, la excitación de los armónicos superiores en la trompeta pone a disposición una variedad más amplia de tonos musicales y la posibilidad de melodías.


Pero lo que es aún más intrigante sobre los instrumentos en dicha escena es la adaptación de una calabaza globular con cuello largo en la salida. Podemos anticipar a partir de las modalidades modernas de tocar la trompeta que tal adición reduciría el volumen del sonido resultante y modificaría su timbre. Desde el punto de vista físico, la calabaza es el equivalente de una moderna sordina Harmon para trompeta, en esencia, un resonador de Helmholtz que actúa como filtro de paso de banda. La sordina Harmon fue popularizada en el jazz desde los años 1950s.


Como en el caso de la sordina moderna, el resultado para la trompeta maya es un sonido que parece distante, tenue y rico en armónicos altos (el resultado de filtrar las frecuencias más bajas). Interesantemente, cuando se patentó la primera versión de una sordina tipo Harmon en 1865, se la describió principalmente como una forma de reducir el volumen durante la práctica.


Esta construcción de trompetas por parte de los mayas parece estar descrita en la “Relación de las cosas de Yucatán” de Fray Diego de Landa de 1566:


“Y tienen trompetas largas y delgadas de palos huecos, y al cabo unas largas y tuertas calabazas” [7]


Ahora bien, la utilización de trompetas con sordina de calabaza tiene mucho sentido en el contexto en el que se muestran ejecutadas. La escena en K1210 tiene lugar dentro del espacio estrecho de un palacio. La ocasión es para los sentidos: el aroma y el sabor de la comida, la belleza de las flores y, además, los suaves sonidos de las trompetas. La combinación de una pequeña boquilla, que abre la posibilidad de producir notas más agudas y poco espaciadas, y el timbre suave y distante de la calabaza-sordina, sugieren sonidos cuyo propósito era el disfrute musical, aun en el contexto de una ceremonia, a diferencia de una simple señalización.


La generación de varios tonos a partir de trompetas individuales tocando en coordinación permitiría la producción de algún tipo de armonía a partir de instrumentos idénticos. Aunque no sabemos si se tocó más de una trompeta al unísono o en alguna forma coordinada, la construcción de los instrumentos anteriores sugiere al menos la posibilidad física de interpretar composiciones en ensamble.


Recreando una trompeta globular maya

Para ello, moldeamos boquillas de arcilla polimérica horneable con las dimensiones y características generales de boquillas de cuerpo cónico y ahuecadas, como se muestra en las vasijas policromas, así como en base a los pocos instrumentos mesoamericanos conocidos, como la trompeta teotihuacana [8].

Figura 10. Recreaciones de boquillas cerámicas cónicas y ahuecadas. Este último, del tipo que aparece en la Figura 5, tiene un tallo estrecho para permitir su inserción completa en el tubo de la trompeta, exponiendo solo la copa de embocadura, como se representa en K1210 arriba.


Para el cuerpo de la trompeta se ha utilizado el método de rajado longitudinal y vaciado del núcleo de ramas leñosas, como la palma de bambú, disponible en la zona mesoamericana y utilizado hasta hace poco para la construcción de cerbatanas [9]. Después de vaciar y pulir el núcleo de una vara de 96 cm de largo, las dos mitades se volvieron a unir con caucho líquido y se envolvieron con listones de caña. Giros adicionales de caña en los extremos forman un tope contra el que se fija la calabaza. Para la cámara globular, seleccionamos calabazas redondas con un diámetro de ~ 13 cm y un cuello de salida largo y curvado de ~ 12 cm y diámetro interior de 2,5 cm.

Figura 11. Vista lateral de una recreación de trompeta maya con sordina de calabaza.


Una comparación del sonido producido, utilizando la misma boquilla y tubo cilíndrico, pero intercambiando la campana de calabaza abierta con la calabaza-sordina (recreando la de la vasija K1210), permite una comparación directa del sonido de ambos tipos de trompeta. Como era de esperarse, la calabaza-sordina no solo reduce el volumen sino que modifica fuertemente el timbre del sonido emitido: confiere un sonido suave similar a una armónica o quizás una gaita.

En resumen, proponemos que, aunque no se sabe si los antiguos mayas tocaban las trompetas de manera melódica (en contraste con simple señalización), tanto el contexto de su aparición en vasijas pintadas como las características físicas de su construcción (más notablemente K1210) apuntan a su utilización como verdaderos instrumentos musicales. Para confirmar esta tesis, se deben identificar y estudiar más especímenes de boquillas de trompeta con respecto a su capacidad para producir una amplia serie de armónicos.


Si bien el cuerpo y la campana de una trompeta definen las frecuencias específicas de la serie armónica de un espécimen dado, es la boquilla (forma y dimensiones) la que habilita el uso de la trompeta como un verdadero instrumento musical, ya que facilita la generación de múltiples tonos basados en los armónicos. Aquí hemos analizado un tipo único de trompeta que incorpora una calabaza globular como sordina, y que mostramos produce un sonido sutil y suave, apropiado para música interpretada en el interior de las pequeñas recámaras de los antiguo palacios mayas. Este análisis sugiere que los mayas clásicos inventaron y utilizaron sordinas para trompeta, más de mil años antes de que fueran introducidos por los músicos de jazz en tiempos recientes.


[1] See Database of Maya vases by Justin Kerr at http://research.mayavase.com/kerrmaya.html


[2] https://en.wikipedia.org/wiki/Blonwgu


[3] See a demonstration of a lur replica at https://www.youtubeA.com/watch?reload=9&v=geNEC9OohI


[4] King, Stacie., and Sanchez Santiago, G., Soundscapes of the Everyday in Ancient Oaxaca, Archaeologies, V.7, No. 2, 201.


[5] Old Gods and Young Heroes, The Pearlman Collection of Maya Ceramics, M. Coe and J. Kerr, Brodock Press Inc., Utica, NY, USA.1982


[6] Stockli, Matthias, Trumpets in Classic Maya Vase Paintings, Music in Art XXXVI, 1-2, 2011.


[7] https://www.gutenberg.org/files/59539/59539-h/59539-h.htm


[8] Approximate measurements of the Teotihuacan trumpet were kindly provided to the author by Mr. Ken Moore, Curator Emeritus at the Metropolitan Museum of Art, New York, 2021.


[9] Ventura, C. The Jakaltek Maya Blowgun in Mythological and Historical Context, Ancient Mesoamerica 14, (2003), 257-268, Cambridge University Press.

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